El norte de Italia sigue sufriendo las consecuencias del mal tiempo. Ayer, fuertes tormentas azotaron Lombardía y Piamonte, y se espera que el clima empeore hasta el domingo. Las precipitaciones y las lluvias continuarán especialmente en la llanura padana central y el noreste, causando significativos daños en la agricultura.
La región de Lombardía mantiene la alerta amarilla emitida por el Centro Funcional de Monitoreo de Riesgos Naturales de la región, que advierte sobre el riesgo hidrogeológico y de tormentas.
El Centro Operativo Comunal (COC) de la Protección Civil está monitoreando los niveles de los ríos Seveso y Lambro y coordinando posibles intervenciones en la ciudad.
En el Véneto, el Centro Funcional Descentralizado de la Protección Civil ha emitido un nuevo aviso de criticidad hidrogeológica e hidráulica, vigente desde las 14 horas de hoy hasta las 14 horas de mañana. Se espera una creciente inestabilidad con lluvias y tormentas dispersas, localmente intensas entre las Prealpes y la llanura, que podrían incluir fuertes chubascos y granizadas locales.
La alerta hidrogeológica para tormentas es amarilla y estará en vigor hasta las 6 de mañana, pudiendo ser reconfigurada a nivel local en fase de “prealarma/alarma” según la intensidad de los fenómenos.
La situación en Emilia-Romaña es particularmente preocupante, donde se ha declarado la alerta naranja. Un nuevo temporal podría afectar las zonas de la llanura del norte y el sector occidental, agravando la situación actual.
La región de Lombardía también ha sido severamente afectada, especialmente en las provincias de Bérgamo y Pavía. En Bérgamo, los barrios de Longuelo y los municipios cercanos de Mozzo y Curno fueron los más afectados por una tormenta con granizo y vientos fuertes que duró más de una hora y media.
En Pavía, una tormenta torrencial con granizo azotó Val di Nizza, Romagnese y Pietragavina, causando graves daños a la agricultura, especialmente en cultivos de cerezas, melocotones y otros frutales en crecimiento. Muchas carreteras quedaron inundadas y las acequias fueron dañadas por la fuerza del agua. En Sant’Albano, el granizo alcanzó el tamaño de nueces y en algunas zonas fue necesario utilizar excavadoras para retirar el hielo y restablecer la circulación.
En el Piamonte, una fuerte granizada afectó la provincia de Turín y la zona colinosa de Oltrepò Pavese, en la región de Lombardía, causando daños significativos, especialmente en el sector agrícola. La situación se complica aún más con la previsión de nuevas tormentas y lluvias intensas que afectarán al norte de Italia, comenzando por el noroeste y los Alpes, y extendiéndose al resto del norte y, de manera más aislada, a la Toscana, Umbría y las Marcas.
