La presidenta de la Unión de Comunidades Judías, Noemí Di Segni, ha lanzado críticas contra la gran marcha transfeminista promovida por Non una di Meno (Ni Una Menos), acusándola de excluir a las mujeres judías y de olvidar a las mujeres víctimas de violencia sexual, asesinatos y mutilaciones el 7 de octubre.
La controversia se centra en el manifiesto de las activistas transfeministas, que muestran solidaridad con el pueblo palestino y exigen un alto el fuego inmediato en Gaza para detener el genocidio, así como el fin del apartheid y la ocupación colonial en Palestina. “Se olvidan de las judías”, aseguran desde la comunidad judía.
La ministra de Familia y Discapacidad, Eugenia Roccella, se alinea con la comunidad y propone que el 7 de octubre se convierta en el Día contra el feminicidio de masas, para recordar a las mujeres israelíes masacradas, secuestradas y violadas por Hamás.
La polémica también abarca los carteles antiabortistas de Pro Vita e Famiglia, que, tomando la frase “ni una menos”, añaden “pero de verdad, del lado de todas las mujeres”, junto a una mujer embarazada, defendiendo el derecho a la vida y la maternidad.