Un joven de 25 años trató de superar el examen escrito para obtener su licencia de conducir de una manera poco convencional: con un microauricular inalámbrico escondido en su oído y un teléfono inteligente con una microcámara conectada, todo oculto entre su ropa.
La situación llamó la atención del examinador, quien alertó a la Guardia di Finanza.
Tras una investigación, se descubrió que el joven estaba recibiendo ayuda externa para responder las preguntas del examen, a través de la transmisión en vivo de los cuestionarios a una tercera persona.
El joven fue llevado al hospital para extraer el microauricular, y posteriormente fue denunciado por fraude.
Las autoridades confiscaron el equipo tecnológico utilizado en el intento de engaño.