Tras 33 años de una condena a cadena perpetua por un triple homicidio que no cometió, Beniamino Zuncheddu finalmente ve la luz al final del túnel.
El Tribunal de Apelaciones de Roma dictaminó su inocencia, concluyendo que el investigador policial manipuló al testigo clave.
Zuncheddu, un pastor italiano de 59 años, expresó su alivio ante la prensa, describiendo estos 33 años como una “pesadilla” que finalmente llegó a su fin.
Agradeció al partido Radical, a sus familiares y a su pueblo por el apoyo durante este tiempo difícil.
El hombre, condenado en 1991 por la muerte de tres personas en Cerdeña, aprovechó la ocasión para señalar la injusticia del sistema judicial.
Afirmó que, a pesar de perder más de la mitad de su vida en prisión, no siente odio hacia quienes cometieron el error judicial, reconociendo que también son víctimas de un sistema injusto.
“Quería tener una familia, construir algo, ser un ciudadano libre como todos los demás. Hace 30 años era joven, hoy soy viejo. Me lo robaron todo. Ahora descansaré, al menos mentalmente”, se lamentó Zuncheddu en una conferencia de prensa que dio horas después de la sentencia de absolución.
El pastor italiano, oriundo de la isla de Cerdeña, había sido condenado a cadena perpetua por matar a tres personas en 1991, pero el Tribunal de Apelaciones de Roma retiró los cargos después de que sea demostrado que el responsable policial de la investigación en el momento de los hechos manipuló al principal testigo.
Zuncheddu también recordó los intentos de la cárcel de que se arrepintiera: “En la cárcel siempre me decían ‘si te arrepientes, te daremos la libertad’. ¿Pero de qué iba a arrepentirme si no hice nada? No acepté”.
Además, agradeció “a quienes me rodean, a mis familiares, a mi pueblo, Burcei”, cuyo pastor, después de la sentencia, hizo sonar las campanas.
El caso de Zuncheddu pone de manifiesto las fallas en el sistema judicial italiano, destacando la manipulación por parte de un policía que convenció al testigo principal de señalar a Zuncheddu como el responsable.
La absolución no solo significa la libertad de un inocente, sino que también destaca la necesidad de revisar otros posibles errores judiciales en Italia.
Este caso se suma a una lista de errores judiciales en Italia, con el sitio especializado Errori Giudiziari calificándolo como el “mayor error judicial en la historia republicana”.
Zuncheddu se convierte en un símbolo de la lucha contra la injusticia, destacando la importancia de reformar y mejorar el sistema judicial para evitar futuras tragedias similares.
