El smart working en Italia sigue consolidándose como una modalidad laboral en crecimiento, y los números lo respaldan.
Según la última investigación realizada por el Osservatorio Smart Working de la School of Management del Politécnico de Milán, en 2023, aproximadamente 3,6 millones de trabajadores italianos se sumaron a la tendencia del trabajo a distancia.
Esta cifra marca un aumento significativo en comparación con los 3,57 millones de trabajadores remotos registrados en 2022, y un asombroso incremento del 541% en comparación con los tiempos previos a la pandemia.
Si las proyecciones se mantienen, en 2024 se estima que este número continuará creciendo, alcanzando la cifra de 3,65 millones de trabajadores remotos en Italia.
Este fenómeno es especialmente notorio en las grandes empresas, donde más de la mitad de los empleados adoptan el smart working, representando alrededor de 1,88 millones de personas.
Además, se ha observado un ligero aumento en las pequeñas y medianas empresas (Pymes), con 570.000 trabajadores, lo que representa el 10% de la fuerza laboral potencial.
Sin embargo, las microempresas y las instituciones públicas han experimentado una disminución en la adopción del smart working, con 620.000 trabajadores (9% del total) y 515.000 empleados (16% del total), respectivamente.
El impacto del smart working va más allá de la economía y se extiende al medioambiente y la calidad de vida de los trabajadores.
Se estima que adoptar dos días de trabajo remoto a la semana evita la emisión de 480 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) por persona al año, gracias a la reducción de los desplazamientos y al menor uso de las oficinas físicas.
Además, la investigación revela un cambio en la dinámica del mercado inmobiliario y la elección de lugares de residencia.
Aproximadamente el 14% de los trabajadores a distancia ha optado por cambiar de residencia, eligiendo en su mayoría áreas periféricas o pequeñas ciudades en busca de un estilo de vida diferente.
Sin embargo, no todos los modelos de trabajo remoto son igualmente efectivos. Aquellos que tienen la flexibilidad de horarios y operan por objetivos, es decir, los “verdaderos” smart workers, informan niveles más altos de bienestar y compromiso en comparación con los trabajadores tradicionales en presencia.
Es importante destacar que estos “verdaderos” smart workers también son más propensos al tecnoestrés y al exceso de trabajo.
El papel de los gerentes es fundamental en esta transición hacia el trabajo a distancia
Los trabajadores con líderes que fomentan objetivos claros, proporcionan retroalimentación frecuente y constructiva, apoyan el crecimiento profesional y transmiten direcciones estratégicas tienen un mayor bienestar y un mejor desempeño en comparación con aquellos que no cuentan con estas características en sus superiores.