En un inesperado giro de eventos, el asesor diplomático del Palazzo Chigi, el embajador Francesco Talò, presentó su dimisión después de una peculiar llamada telefónica que involucró a comediantes rusos que se hicieron pasar por el presidente de la Comisión de la Unión Africana.
Durante la conferencia de prensa que siguió al Consejo de Ministros, la primera ministra, Giorgia Meloni, expresó su descontento y señaló una supuesta “superficialidad” en el manejo de la situación por parte de la oficina diplomática.
La llamada, que inicialmente se creyó una conversación seria con un líder de la Unión Africana, se tornó cada vez más extraña a medida que los comediantes rusos abordaron temas como el nacionalismo ucraniano, típico de la propaganda rusa.
Fue en ese momento cuando Meloni comenzó a dudar de la autenticidad de la llamada y lo señaló al equipo diplomático
“La conversación se tornó inusual, especialmente cuando se mencionó el nacionalismo ucraniano, un tema característico de la propaganda rusa”, explicó Meloni durante la rueda de prensa. “Inmediatamente, lo señalé al equipo diplomático, y creo que en ese momento hubo una falta de atención”, agregó la primera ministra.
La renuncia de Francesco Talò marca un giro inesperado en la política italiana, ya que su papel como consigliere diplomatico era fundamental en las relaciones internacionales del país. Meloni destacó la importancia de mantener la seriedad y la cautela en asuntos diplomáticos, especialmente en un momento en el que las tensiones internacionales están en constante ebullición.
