En una conversación de aproximadamente 20 minutos que tuvo lugar este 22 de octubre, el papa Francisco y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, abordaron las preocupantes situaciones de conflicto en todo el mundo y la necesidad urgente de encontrar caminos hacia la paz.
Según la Sala de Prensa del Vaticano, ambos líderes expresaron su compromiso en busca de soluciones pacíficas
Este diálogo entre el sumo pontífice y el presidente estadounidense surgió en un contexto de creciente violencia en diversas regiones del mundo, con un enfoque particular en Oriente Medio.
Por la mañana, durante el ángelus, el Papa había lanzado un apelo en favor de la cesación de las hostilidades, mencionando específicamente a Israel y Palestina.
Además, mostró su profunda consternación por los terribles ataques que afectaron al hospital anglicano y a la parroquia greco-ortodoxa.
Francisco, siempre enfático en su llamado a la paz, solicitó que se siga enviando ayuda humanitaria a Gaza y que se libere a los rehenes.
Durante su discurso, declaró: “La guerra, toda guerra, es siempre una derrota, una destrucción de la fraternidad humana”. Su llamado resonó con fuerza en un mundo donde la violencia y el conflicto han traído sufrimiento y devastación.
El sumo pontífice ya había anunciado la jornada de ayuno, oración y penitencia que se llevará a cabo el 27 de octubre, junto con una hora de oración por la paz en el mundo en la Plaza de San Pedro a las 18 horas.
En un momento de incertidumbre global, el Papa instó a detener la guerra, reiterando que cualquier conflicto es una derrota para la humanidad y una amenaza para la fraternidad entre las personas.
El conflicto entre Israel y Palestina es un largo y complejo enfrentamiento que ha perdurado por décadas en Oriente Medio. El 7 de octubre de 2023, Hamás perpetró un ataque sin precedentes contra Israel dejando centenares de civiles muertos y tomando rehenes. El premier israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el estado de guerra.