Un caso inusual en el sistema legal italiano ha llamado la atención de la comunidad médica y la opinión pública en la ciudad de Cremona. Un médico jubilado ha sido condenado por el tribunal a devolver una suma considerable de dinero que le fue legada por una expaciente, como muestra de gratitud por su atención médica.
La suma asciende a 50.000 euros, y la sentencia se basa en la prohibición establecida en el Código de Conducta de los Empleados Públicos, que prohíbe a los empleados del sector público aceptar donaciones de tal magnitud.
La paciente, que había sido atendida por el médico en cuestión durante un largo período, dejó este legado en su testamento mencionando la “gran competencia profesional” con la que el médico la había tratado. Sin embargo, el beneficiario de esta herencia era un psiquiatra que trabajaba en la Azienda socio sanitaria territoriale (Asst), lo que lo convertía en un empleado público sujeto a regulaciones especiales.
La sentencia del tribunal, que se ha considerado histórica, establece que el médico debe restituir la suma de dinero y ponerla a disposición de la Asst, la institución de salud donde solía trabajar.
Según el abogado milanés Paolo Franco, que representó a la empresa hospitalaria en este caso, el Código de Conducta de los Empleados Públicos prohíbe a los empleados aceptar regalos o sumas de dinero de valor superior a los 150 euros. Esta regla tiene como objetivo prevenir cualquier conflicto de intereses o influencia indebida en el sector público.
El médico en cuestión se había jubilado en agosto de 2020, y la paciente falleció en abril de 2020. El testamento en el que legaba la suma de 50.000 euros al médico se registró en mayo del mismo año. Los herederos de la paciente realizaron el pago al médico en abril de 2021 en cumplimiento de la voluntad de la fallecida.
La sentencia del tribunal ha destacado que las restricciones del Código de Conducta se aplican incluso cuando la voluntad de la donación se formó antes de que el empleado público dejara su cargo.
El tribunal argumentó que el regalo era “intrínsecamente relacionado” con las funciones del médico como empleado de la Asst de Cremona y, por lo tanto, no se podía aceptar.
Como resultado, el médico jubilado ha sido condenado a devolver los 50.000 euros, junto con los intereses legales desde el momento en que se presentó la demanda hasta el momento del pago final
Este caso ha generado discusiones sobre la ética en el ámbito médico y el cumplimiento de las regulaciones para los empleados públicos en Italia.
La sentencia histórica subraya la importancia de mantener altos estándares de integridad y ética en el servicio público y cómo las violaciones de estas normas pueden tener consecuencias legales significativas. La comunidad médica y legal observa de cerca este caso, y es probable que tenga un impacto duradero en la interpretación y aplicación del Código de Conducta de los Empleados Públicos en nuestro país.