Una paciente oncológica veneciana de 78 años, con el nombre de fantasía Gloria, murió el 23 de julio a las 10.25. Se trata de la segunda persona en Italia que le pone fin a su sufrimiento a través de la muerte voluntaria legal, bajo ciertas condiciones, por la sentencia del Tribunal Constitucional 242/2019 sobre el caso Cappato-Antoniani.
“Gloria es, además, la primera persona en nuestro país en haber obtenido la entrega del medicamento y de lo necesario por parte de la empresa sanitaria”, explica un comunicado de la Asociación Luca Coscioni.
La nota agrega que “murió en su casa después de autoadministrarse el medicamento letal a través de la instrumentación proporcionada por la empresa sanitaria local”.
“El procedimiento de suicidio médicamente asistido tuvo lugar bajo la supervisión médica del doctor Mario Riccio, consejero general de la Asociación Luca Coscioni, que en 2006 había asistido a Piergiorgio Welby y había sido el médico de confianza de Federico Carboni”, el primer italiano hace un año en solicitar la muerte asistida.
Para la asociación, “se evitó un final que no hubiera querido, gracias a las normas establecidas y gracias a la corrección y humanidad del sistema sanitario veneciano y de las instituciones regionales presididas por Luca Zaia”.
Gloria es la segunda residente en Veneto, después de Stefano Gheller, con distrofia muscular, que ha obtenido la verificación de las condiciones para poder acceder al suicidio asistido y la correspondiente opinión favorable por parte de la empresa sanitaria y del comité de ética.