Bruna recibió golpes con un palo, patadas y gas pimienta. Las imágenes de la paliza a una mujer trans, grabadas por alguien en un piso superior, se viralizaron.
En las imágenes, puede verse a los policías arrastrando y golpeando a Bruna. Según la versión policial, estaba molestando a unos niños en la plaza, cosa que ella niega, y asegura que estaba teniendo una discusión con un grupo de adultos.
Aunque, como dicen las fuerzas del orden, Bruna le haya mostrado los genitales a los menores, cosa que ella niega rotundamente, el vídeo no parece justificar la paliza a una mujer trans.
“Estaba sentada con los brazos en alto diciendo que no me golpearan”, señala Bruna, en diálogo con La Repubblica. “En cambio, me golpearon en la cabeza, en el costado, luego otra vez en la cabeza”, lamenta.
“Me sentí tratada como un perro”, lanza y asegura que ahora tiene “miedo”, porque “no había hecho nada malo y no había golpeado a nadie”. Asegura que, durante el traslado a la comisaría, siguieron golpeándola en el vehículo en el que la trasladaban.