El llamado “meteorito de San Valentín” cayó cerca de Matera, en Basilicata, el pasado 14 de febrero. El Instituto Italiano de Astrofísica (INAF) recuperó algunos fragmentos.
Según los primeros reportes, tendría unos 4.500 millones de años, es decir, aproximadamente la edad del Sistema Solar, por lo que los investigadores han destacado el hallazgo.
Además, se produjeron algunos hechos notables, como que cayeron tres aerolitos en una semana. El 13 de febero uno llegó a Francia, el 14 el meteorito de San Valentín cayó en Matera y el 15 otro en Texas, Estados Unidos.
“El episodio forma parte de una serie de tres sucesos que tuvieron lugar en tres días sucesivos. Esto, contando que los registrados desde 1960 son unos 40, es un acontecimiento verdaderamente excepcional que probablemente no se repetirá jamás”, señaló feliz Dario Barghin, experto de la Universidad de Turín.
Otro hecho ayudará a que puedan estudiarse mejor: los fragmentos no cayeron en tierra, por lo que no se contaminaron. Pero lo más llamativo es que impactaron en el balcón de una casa de Matera.
Los expertos calculan que, si bien la mayor parte del meteorito se disolvió durante la entrada en la atmósfera, unos 400-500 gramos podrían haber sobrevivido.
Lo que se encontró hasta ahora es un fragmento de unos 70 gramos, que impactó contra un balcón a unos 300 km/h. Además del estruendo que sorprendió a la familia, rompió una teja en su recorrido.
El aerolito recibió oficialmente el nombre de la ciudad donde cayó, aunque por el día se está hablando del meteorito de San Valentín. El propio INAF habla así de él en su sitio oficial.
“Encontrar un meteorito que acaba de caer como el encontrado en Matera ayuda mucho a los científicos a reconstruir las etapas que llevaron a la formación de los planetas. La Tierra incluida”, explica el Instituto en un comunicado. Además, confirma que seguirán buscando más restos.