Giorgio Cantarini se hizo mundialmente famoso en 1997 cuando encarnó al pequeño Giosué, el hijo de Guido (Roberto Benigni) en La vida es bella. En aquel momento fue seleccionado entre más de 1.000 aspirantes y a 26 años del icónico estreno, continúa luciéndose en el mundo del espectáculo.
Dicen que Benigni quedó cautivado con la mirada del niño cuando lo vio por primera vez. Al igual que los millones de espectadores. Fue precisamente él, director y protagonista, quien le explicó de qué trataría la película.
“Me lo contaron como un cuentito, que era una historia sobre buenos y malos“, graficó Giorgio tiempo atrás en una entrevista al recordar cómo le dijeron que el guion estaba basado en el holocausto judío.
Actualmente, su perfil de Instagram cuenta con 42.000 seguidores y se define como un “libre pensador” y “ciudadano del mundo”.
Su feed se compone de varias fotos que lo ven asociado a la moda, a los paisajes y en algunas ocasiones, sus historias lo muestran en una faceta de docente.
A sus 30 años, vive entre Italia y los Estados Unidos, donde estudió en la New York Film Academy para ganar experiencia en un rol más de director.
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