
Margherita Cassano será elegida formalmente el 1 de marzo como la primera mujer presidenta del máximo tribunal italiano.
Su nombramiento fue propuesto hoy por unanimidad por la Comisión para los cargos directivos del Consejo Superior de la Magistratura (CSM).
La votación final se fijó para dos semanas después, en una sesión plenaria que será presidida por el presidente de la República, Sergio Mattarella.
Cassano actualmente es la vicepresidente de la propia Corte de Casación. Sucederá a Pietro Curzio, quien está a punto de jubilarse. En el pasado fue consejera profesional del propio CSM, electa con el grupo del Poder Judicial Independiente.
Es vicepresidenta del Tribunal de Casación desde julio de 2020 y fue la primera mujer en acceder a la dirección del Tribunal Supremo. Florentina, de 67 años, está en el poder judicial desde 1980.
Comenzó en la Fiscalía de Florencia, donde también se ocupó de cuestiones relacionadas con la drogadicción y el tráfico de drogas, temas que siguió a lo largo de su carrera. De hecho, desde 1982 integra el grupo especializado en la investigación de estupefacientes y crimen organizado.
En 2003 llegó a la Corte de Casación como presidenta de la primera sección penal, donde se ocupó de delitos de homicidio y violencia. En 2016 fue designada como presidenta del Tribunal de Apelaciones de Florencia.