
Las autoridades buscan a cinco de los siete internos que participaron de la fuga en una cárcel de menores de Milán.
Cinco italianos, un marroquí y un ecuatoriano protagonizaron la evasión. La mayoría salió a través de los andamios de una obra en construcción, que llevaba años en el lugar, luego de realizar un boquete en una protección de madera.
Uno de los fugados se descolgó con una sábana, como en las películas
Las autoridades ya lograron capturar a dos de los fugados y estarían cerca de un tercero. El resto tienen orden de búsqueda y captura.
Luego de la fuga en la cárcel de menores se produjeron disturbios, que incluyeron la quema de colchones. Al menos cuatro policías penitenciarios debieron ser atendidos por intoxicación.
“Realmente ya no hay lugar para charlas triviales o declaraciones genéricas de ‘desconcierto'”, lanzó, ofuscado, el alcalde de Milán, Giuseppe Sala.
“Beccaria fue una prisión modelo. Lo fue en el pasado, en un pasado ahora remoto. No ha habido un director en casi veinte años”, agregó en un posteo en Facebook.
La prisión Cesare Beccaria, originalmente destinada solo a menores, aloja ahora a personas de hasta 25 años. De hecho, tres de los cinco que aún no han sido recapturados tienen 18 o 19 años.
“Muchos de los problemas que afectan a las cárceles también se encuentran en las instituciones penales de menores. En particular, hay un aumento vertiginoso de casos de agresión a operadores, motines… Esto es evidentemente atribuible a una serie de factores, entre los que se incluye, precisamente, la elevación del límite de edad”, señaló Gennarino De Fazio, secretario general del sindicato de Policía Penitenciaria de la UIL.
“Ahora es una prioridad capturar a los presos fugados, pero el grave asunto saca a la luz las a menudo descuidadas prioridades de seguridad con las que tienen que lidiar las mujeres y los hombres de la Policía Penitenciaria del Beccaria”, concidió, en la misma línea, uno de los sindicatos autónomos de policías penitenciarios.