El temblor de magnitud 5,7 en la mañana de este 9 de noviembre fue el más fuerte jamás registrado en la costa norte de las Marcas desde 1930. Así lo afirma Carlo Doglioni, presidente del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (Ingv), explicando que el terremoto “se debe al frente de la cadena de los Apeninos enterrada bajo el mar Adriático que se está acortando entre dos y cuatro milímetros al año”.
Se trata de “una región notoriamente sísmica cuya actividad permite que la corteza adriática descienda por debajo de la de los Apeninos a través de un fenómeno conocido como subducción”, agregó.
Afortunadamente no se registran heridos ni alertas de tsunami
El Papa Francisco “expresó su cercanía a la población afectada antes por la inundación y ahora por el terremoto”. Lo hace saber, en una nota retomada por el Señor, el presidente de la Conferencia Episcopal de Las Marcas Nazzareno Marconi, obispo de Macerata-Tolentino-Recanati-Cingoli-Treia.
Expertos indican que si el epicentro se hubiera registrado en tierra y no en el mar, estaríamos hablando de un auténtica tragedia, ya que la mayor parte de las construcciones de la zona no es antisísmica.
Hubo más de 50 replicas desde el temblor inicial