Cuatro empleados del servicio de recolección de residuos en Roma están acusados de robar combustible de los surtidores destinados a los camiones recolectores para luego revenderlo.
La Fiscalía también ha dispuesto la incautación preventiva de activos por más de 200.000 euros.
Las investigaciones permitieron reconstruir supuestas sustracciones, apropiaciones y ventas de combustible realizadas por empleados de Ama con la ayuda de algunos particulares.
Según lo que surgió, los encargados del servicio público involucrados habrían recogido el combustible directamente de los tanques de los vehículos de Ama. Habrían utilizando ilegalmente las tarjetas de combustible utilizadas por la empresa para repostar los medios de servicio.