Inicio Economía Boletas de electricidad y gas por las nubes: ¿fin del ‘smart working’?

Boletas de electricidad y gas por las nubes: ¿fin del ‘smart working’?

Trabajo.
Trabajo. (Foto: Pexels - Archivo)

Con los incrementos descomunales de los importes en las boletas de electricidad y gas en los hogares italianos producto de la guerra en Rusia y la OTAN en Ucrania, aquel escenario que parecía el sueño de todo trabajador, el smart working, se ha convertido en una pesadilla.

Ahora son cada vez más los trabajadores que prefieren ir a la oficina en vez de trabajar desde sus casas para alivianar así los niveles de consumo que se han vuelo literlamente impagables en la mayoría de los casos.

Según publica il Corriere della Sera, En Italia, solo en 2021, según datos del Ministerio de Trabajo, se contabilizaron dos millones de abandonos voluntarios por parte de los empleados, un +33% en comparación con 2020.

La huida del trabajo tradicional en la oficina había sido la consecuencia directa de la agitación de la pandemia de COVID-19 y el trabajo remoto que, de repente, se había convertido en el único modo de trabajo posible.

Sin embargo, cuando las cosas volvieron un poco a la normalidad, muchos decidieron que pasar al menos ocho horas al día en una oficina y el viaje diario y monótono a casa-trabajo ya no eran aceptables. Así que muchos, muchos, ante la negativa de la empresa a mantener el trabajo a distancia incluso en una emergencia terminada, prefirieron renunciar. Esta tendencia también iba a crecer en 2022, como anticipaban un poco todos los estudios. Pero la crisis energética ha cambiado el rumbo de las cosas.

Ahora, muchos italianos fanáticos del smart working (el 86% de los que lo han experimentado quieren continuarlo, tal vez en la fórmula mixta remota-presencia, según el último informe del Observatorio de trabajo inteligente del Politécnico de Milán) están revisando su decisión porque trabajar desde casa significa mantener las luces encendidas y el PC todo el día, por no hablar de la calefacción.

Claro está que estos gastos cuando se va a la oficina recaen en el empleador y que, sobre todo en presencia de salarios bajos, pueden marcar la diferencia en el presupuesto familiar

El aumento de los costos de estas partidas ahora corre el riesgo de afectar fuertemente los ahorros derivados del trabajo ágil y que un estudio realizado por Codacons y publicado en febrero pasado cuantificó para los bolsillos de los trabajadores entre 2.845 euros y 5.115 euros al año.

EL IMPACTO EN ITALIA DE LA GUERRA ENTRE LA OTAN Y RUSIA EN UCRANIA

 

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