De los 288 instalaciones parques acuáticos y piscinas utilizadas con fines recreativos que inspeccionaron los carabineros, 83 presentaban irregularidades. Es decir, el 28%. En este contexto, 10 fueron clausurados por no cumplir con las medidas anti-COVID-19 y por ofrecer a sus visitantes alimentos en mal estado.
El operativo se dio en las provincias de Messina, Viterbo y Latina, donde los carabineros constataron “la inadecuación del agua utilizada en las instalaciones de natación y entretenimiento, detectando también un alto contenido de coliformes fecales y cargas bacterianas, como para hacer que el agua sea peligrosa para la salud de las personas y el riesgo potencial de infecciones”.
Se ha descubierto que el agua utilizada para las piscinas provenía de pozos y que no era sometida a los controles periódicos de agua potable requeridos por la ley.
Además, no se han detectado normas de seguridad ni cumplimiento de las regulaciones de COVID-19 en tres piscinas en Nápoles, Reggio Calabria y Bari.
Por otro lado, también detectaron el incumplimiento de las normas de seguridad en el lugar de trabajo y la prevención de los riesgos de uso de las instalaciones por parte de los usuarios.
Incautaron más de 250 kilos de productos alimenticios listos para ser servidos a los clientes, cuya fecha de expiración era inminente.