Kevin Chiappalone es el primer italiano investigado por la Justicia de nuestro país tras viajar a Ucrania para luchar con la resistencia. Es de Génova, tiene 19 años y simpatiza con el movimiento de extrema derecha y fascista CasaPound.
La acusación que le hizo el fiscal adjunto Marco Zocco de la Dirección de Distrito de Lucha contra la Mafia y el Terrorismo es que es un mercenario alistado en la Brigada Internacional de Ucrania.
El joven se enfrenta a una sentencia de dos a siete años de prisión
La investigación comenzó después de las declaraciones de que el adolescente declarara a la revista Panorama su voluntad de defender a Ucrania luego de escuchar al presidente ruso, Vladímir Putin, hablar de “desnazificar el país”.

Según los primeros informes, el joven no tiene experiencia en el Ejército ni en el uso de armas, más allá de algunas réplicas para juegos como airsoft.
Chiappalone se fue en mayo y entró a Ucrania probablemente a través de la frontera polaca. Después de una fase de formación, como también muestran algunas fotos en las redes sociales, ahora estaría en Donbás.
Por el momento, el joven es el único investigado, pero los investigadores están tratando de averiguar si hay otros mercenarios y si existe una red de reclutadores en Italia.
El fiscal ya interrogó a varias personas en CasaPound. De lo que surgió, Chiappalone lo habría hecho todo él mismo a través de internet
En Ucrania existe desde hace muchos años una amplia red de batallones neonazis que declaran abiertamente su desprecio hacia los rusos y luchan abiertamente contra todo aquel que muestre simpatía por Moscú. Las más conocidas so Azov o el batallón Tornado, cuyos miembros condenados por crímenes de lesa humanidad fueron indultados por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

También investigan en Génova a una serie de reclutadores, pero esta vez del bando prorruso. En este caso, se trata de mercenarios que viajaron a Ucrania antes de febrero, momento en que escaló el conflicto, para defender a las separatistas Donetsk y Lugansk de los ataques del Ejército ucraniano.
Son muchos los países que prohíben a sus ciudadanos unirse a ejércitos extranjeros que luchan contra países que mantienen relaciones de paz con su nación.
Casos similares ocurren en Estados Unidos, donde los ciudadanos que se conviertan en mercenarios en Ucrania, podrían enfrentarse hasta tres años de prisión al volver a su tierra natal.
El Reino Unido ha alertado que los británicos que vayan a Ucrania a luchar voluntariamente podrían ser juzgados al volver a su país, mientras que Alemania indica que no procesará judicialmente a sus voluntarios.
Según Reuters, ya hay ciudadanos de Canadá, Georgia, India, Japón, Reino Unido y Estados Unidos que se han ofrecido como combatientes. Muchos reciben un salario gestionado por empresas de Occidente que buscan perpetuar el conflicto a lo largo del tiempo.
#Ucrania | Con solo 23 años, este joven español de nombre Miguel, se encuentra luchando para las filas ucranianas. #13Mar pic.twitter.com/RXECNDXknm
— LLanero Digital (@LlaneroDigitalV) March 14, 2022
En tanto, la agencia rusa de noticias Sputnik, confirma mercenarios que viajaron a Ucrania incluso desde América Latina.
¿Qué pasa si un mercenario es capturado por las fuerzas rusas en Ucrania?
El derecho internacional exige que las fuerzas rusas traten a los combatientes extranjeros como prisioneros de guerra. Esto significa que los soldados rusos deben dar a los voluntarios capturados comida, agua y tratamiento médico si lo necesitan.
Sin embargo, un portavoz del Ministerio de Defensa ruso aseguró que los mercenarios occidentales que luchan por Ucrania no recibirían este estatus y ya hay contados casos de mercenarios capturados que fueron condenados a una sentencia de muerte por tribunales en Donbás.