En los centros de primeros auxilios de toda Italia faltan unos 4.200 médicos, según datos de noviembre pasado de la Sociedad Italiana de Medicina de Emergencia (SIMEU).
El informe da cuenta que 600 médicos ya han renunciado en 2022. El promedio es prácticamente 100 bajas al mes. Esto hace que garantizar la atención sea cada vez más difícil, mientras que la demanda aumenta: el número de pacientes que permanecen en la sala de emergencias a la espera de hospitalización también aumenta.
“El hecho concreto es que un número cada vez mayor de personas recurren a los Departamentos de Emergencia y Aceptación y los Primeros Auxilios, estructuras que no pueden delegar a otros y que no tienen horarios de cierre”, explica SIMEU.
Sin embargo, las solicitudes “superan con creces las posibilidades de respuesta”. Además, el organismo estima que “los operadores experimentan un aumento de intensidad, en la carga de trabajo personal de no menos del 50% en comparación con 2021, que en este mismo período no registró ni una ola de COVID-19 ni una ola de calor similar y persistente”.