A partir del 30 de junio es oblitario que los comercios del país acepten pagos con tarjetas, por lo que tendrán que tener disponible una terminal para estos fines. Aquellos comerciantes que no cumplan, serán multados.
El valor de la multa será de un fijo de 30 euros por cada transacción denegada más el 4% de dicha compra.
La obligación de poseer terminales de pago electrónico abarca tanto a vendedores ambulantes como a carpinteros, abogados y contadores. Absolutamente todos los comerciantes.
Las asociaciones de consumidores celebran la iniciativa, pero llaman a reducir los costos administrativos del dinero electrónico para incentivar su uso adecuado. Piden eliminar todo tipo de comisiones.
Además, la legislación permite que los comerciantes puedan ofrecer medios de pago solo con un tipo de tarjeta específico. Por otro lado, si tienen la terminal para pagos con tarjeta, pero está no puede ser usada por problemas técnicos, no serán multados.