El Papa Juan Pablo I, que ocupó la silla pontificia por 33 días, será proclamado beato, luego de que el Vaticano le atribuyera un milagro.
El caso que atribuyen a Juan Pablo I es la curación “científicamente inexplicable” de una niña argentina que estaba en estado vegetativo. Según explicó la Santa Sede en un comunicado, la madre pidió al ahora beato por la mejora en la condición de su hija.
La niña, entonces de 11 años, se curó en julio de 2011, en Buenos Aires. Había sido diagnosticada con encefalopatía inflamatoria aguda severa, enfermedad epiléptica refractaria maligna, shock séptico. Estaba en sus últimos días cuando comenzaron a pedir la ayuda de Dios a través de Juan Pablo I.
La causa de la canonización de este papa comenzó en 2003, 25 años después de su muerte, y concluyó en 2017, con una declaración del papa Francisco sobre las virtudes heroicas del candidato. Faltaban ahora los milagros: uno para ser beato y otro para ser santo.
Quién fue Juan Pablo I
Albino Luciani fue el último papa italiano hasta el momento, una tradición de cuatro siglos que se remontaba a Clemente VII en el siglo XVI. Luciani sucedió en 1978 a Pablo VI, pero su pontificado fue uno de los más breves de la historia, sólo 33 días. Murió el 28 de septiembre de ese año.
Fue el primer pontífice nacido en el Siglo XX y el último en morir en él, ya que su sucesor, Juan Pablo II, vivió hasta 2005. Fue ordenado sacerdote en 1935 y el papa Juan XXIII lo nombró Obispo en 1958. En tanto, Pablo VI lo nombró Patriarca de Venecia en 1969 y lo creó cardenal en 1973.
Su muerte generó mucha controversia e incluso versiones de que fue asesinado. Sin embargo, hasta el momento no pudo comprobarse que haya sido envenenado, como se sugirió. Lo sucedió el polaco Karol Wojtyla, que se hizo nombrar como Juan Pablo II. Fue el primer papa no italiano desde 1523.
