La confesión de Benno Neumair sacude al país. El joven mató a sus progenitores en medio de una fuerte discusión e intentó ocultar los cuerpos.
“Mi padre me llamó fracasado, así que lo callé”, le dijo a los investigadores
En medio de un intercambio con su padre, que le reprochaba su conducta, aseguró que tomó una soga y lo ahorcó. Minutos después, llegó su madre, a quien también mató con la cuerda. “Sin siquiera despedirme”, recordó.
Todo comenzó por una discusión trivial: Peter Neumair le reprochaba a Benno que debía pasear el perro. El intercambio fue subiendo de tono y terminó en torno a las responsabilidades del joven y su aporte a la economía doméstica.
“Mi padre quería que ayudara más en casa”, reconoce Benno
El crimen ocurrió el 4 de enero. Benno ocultó los cuerpos, y retrasó la denuncia que su hermana Madè, radicada en Alemania, quería hacer por la desaparición de sus padres.
La relación de la pareja con su hijo y una versión poco convincente llevaron a que la policía pusiera el foco de su investigación en Benno.
El 29 de enero, finalmente fue detenido. Mantuvo su declaración de inocencia, hasta que el 6 de febrero apareció el cuerpo de Laura Neumair en el Río Adigio y Benno confesó. Describió las muertes y explicó que llevó los cuerpos en su auto hasta el río, donde los arrojó.
Una personalidad difícil
La hermana del joven explicó que tuvo diversos episodios violentos en el pasado y se supo que sus padres dormían con la puerta cerrada. También que Laura había confesado a una amiga que tenían miedo de lo que pudiera hacerles.
Benno había sido diagnosticado en Alemania por esquizofrenia paranoide con trastornos agresivos de la personalidad. Y sus padres estaban preocupados y asustados por la falta de un tratamiento adecuado. Ahora los fiscales y los psiquiatras deberán determinar el futuro del joven que asesinó a sus padres.