Tras las fuertes lluvias, la plaza San Marco quedó seca. En las tiendas, los souvenir con forma de góndola no flotaron. El módulo experimental electromecánico (MOSE), el enorme aparato móvil construido para defender a Venecia de las mareas se estrenó este sábado 3 de octubre.
Las 78 mamparas puestas en las tres entradas de la laguna se levantaron. Es el punto de llegada de un camino largo y complicado. Tras varias pruebas, esta presa se ha levantado por una marea de verdad.
Mientras tanto, el nivel de los mares se ha levantado en todo el planeta, y en la laguna de Venecia, las inundaciones se han vuelto habituales.
La de este sábado mide 135 centímetros. Gracias al MOSE, los cimientos y los habitantes de Venecia se ahorran los efectos de la fuerzas de su ola y las que llegarán en futuro. Lo que, en cambio, todos saben que seguirán llegando, pese a la crisis debida al COVID-19, son los turistas. En fin, al Mose se le ruega otro milagro.
