El papa Francisco ha bautizado en la mañana de este 12 de enero a 32 bebés en la Capilla Sixtina y una vez más dio luz verde para que las madres amamanten, incluso en lugares sagrados, algo que la Iglesia conservadora no vería con buenos ojos.
“Los bebés no están acostumbrados a venir a la Sixtina. Es la primera vez. No están acostumbrados a estar en un ambiente cerrado, un poco caluroso”, comenzó a decir el sumo pontífice.
Luego añadió: “Se molestarán. Uno comenzará a llorar y luego el resto. ¡Comenzará un concierto! Es un hermoso sermón cuando un niño llora”.
En ese momento, la fraternidad del líder de la Iglesia católica sorprendió a muchos.
“Si alguno tiene hambre, amamantarlo aquí dentro de la Capilla Sixtina”, ofreció
Previamente había recomendado que si algún niño lloraba por calor, que no hubiera dudas en desabrigarlo un poco y quitarle las ropas formales para la ocasión.
No es la primera vez que el Papa bautiza a niños en la Sixtina ni que incentiva a amamantar. Lo hacía incluso cuando todavía era el líder de la Iglesia argentina y se presentaba como Jorge Bergoglio.
Vale remarcar que muchos movimientos de madres luchan en diferentes partes del mundo por la lactancia materna libre en lugares públicos, que no siempre está permitida.
En algunos países, por ejemplo en Dinamarca, no se puede amamantar en restaurantes para no molestar a otros clientes
En Italia, en el Parlamento, diputadas y senadoras no tienen permitido amamantar cuando están en el recinto
Hay algunas parroquias en el mundo donde los niños durante las celebraciones se sientan en habitaciones separadas para no hacer ruido, una práctica que al Papa no le gusta.
Para Francisco, la lactancia materna no es motivo de escándalos.
También recordó por qué cree que es importante bautizar a los niños cuando son jóvenes: “Bautizar a un hijo es un acto de justicia porque le damos un tesoro en el bautismo. Crecen con el poder del Espíritu Santo”.
