En el vuelo de regreso desde Tokio, el papa Francisco ha contestado a las preguntas de los periodistas, también sobre la cuestión del procedimiento judicial sobre el caso de presunta corrupción por el inmueble de Londres.
Sobre el uso correcto del Óbolo de San Pedro, Francisco explica: “Buena administración no es recibir el Óbolo y ponerlo en el cajón. Hay que buscar una inversión, así, cuando se necesita dar, se da”.
Dijo también que la forma mejor es “la inversión de viudas”, es decir, varias pequeñas inversiones, así “si cae la una, hay otra: no se arruinan”.
“Con el inmueble de Londres han hecho cosas que no son limpias. Pero la denuncia no ha venido desde fuera, ha venido desde dentro del Vaticano”
Según palabras del Pontífice, fue el auditor de cuentas interno quien dijo: “Aquí hay algo feo, algo que no funciona”. A su pregunta sobre lo qué debería hacer el Papa, este le contestó que debería denunciarlo ante la justicia vaticana.
“Hemos sido nosotros quienes destapamos la olla”, resalta Francisco.
El auditor pidió a Francisco poder hacer los registros en cinco oficinas por presunta corrupción, y obtuvo el permiso.
El Papa aclara a los periodistas: “Aunque haya la presunción de inocencia, hay capitales que no han sido administrados bien”.
“La presunción de inocencia es una garantía para todos y es un derecho humano, pero hay una corrupción y se ve. Con los registros se verá si realmente son culpables o no”
Sobre la confiabilidad del Vaticano, Francisco ha contestado que se ha avanzado. “Hoy el Instituto para las Obras de Religión (IOR) es aceptado por todos los bancos y puede actuar como los bancos italianos”.
El presidente de la Autoridad de Información Financiera, René Blulhart, “hizo fuerza con el grupo Egmont para retomar la documentación, a pesar de que la Justicia no lo pueda hacer”.
“La justicia frente una acusa de corrupción es soberana en un país, nadie puede inmiscuirse”
