Durante la madrugada del 3 de noviembre en Loranzè, en la provincia de Turín, Erika Russo Testagrossa, 18 años cumplidos el 30 de abril, volvió a su casa de la discoteca.
Como se había olvidado las llaves y no quería despertar a sus familiares en medio de la noche, la chica decidió pasar por encima de la valla perimetral hecha con barandillas afiladas.
En el intento de sobrepasar el recinto, Erika, según las primeras reconstrucciones, quedó enredada a una punta con el cuello del suéter que llevaba y murió por estrangulamiento.
La primera en enterarse de lo acaecido fue su hermana, quien de inmediato ha llamado los socorros alrededor de las 10:00 AM del domingo. Desgraciadamente han sido inútiles y los sanitarios han podido tan solo constatar el deceso de la joven.
Los carabineros de la compañía de Ivrea están investigando para aclarar algunas dudas que quedan en la dinámica del accidente y han pedido la ayuda de un médico legal.
