Los expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) insistieron en la alarma: habrá más ciclones y huracanes, que serán más violentos, el aumento del nivel del mar será más veloz de lo que se suponía, y además las grandes ciudades costeras e islas sufrirán catástrofes climáticas todos los años.
Estas serán las principales consecuencias del aumento de dos grados de la temperatura a nivel mundial, que genera este impacto en la naturaleza.
Las causas tienen que ver sobre todo con las emisiones de gases realizadas por el hombre, por lo que han insistido en la necesidad de reducir la contaminación. Sin embargo, parte del daño ya está hecho, e incluso una reducción agresiva de las emisiones no bastaría para contrarrestar estos riesgos.
Ante esta situación, se están convocando movilizaciones en todo el mundo este 27 de septiembre, para que los Gobiernos tomen cartas en el asunto y apliquen políticas más estrictas para reducir la amenaza sobre medio ambiente y las vidas de millones de personas.
En Italia, las marchas están coordinadas por Fridays for Future (FFF), que planea movilizaciones en 150 ciudades
La más grande será en Roma, con una movilización que partirá a las 9:30 de la Plaza de la República hacia la Plaza de la Virgen de Loreto. También por la mañana se convocaron concentraciones en Milán (Largo Cairolli), Nápoles (Plaza Garibaldi), Turín (Plaza del Estatuto), Palermo (Plaza Verdi), Florencia (Plaza de Santa María Novella) y Bologna (Plaza San Francisco), entre muchas otras.
L’allarme sulle conseguenze dei cambiamenti climatici non può lasciarci indifferenti, nell’illusione che non ci riguardi, che sia qualcosa di lontano nel tempo, nello spazio. Piuttosto deve scuoterci e mobilitarci tutti #UNGA #UNGA74 #UNGA2019 pic.twitter.com/QEt9fnHSP2
— Giuseppe Conte (@GiuseppeConteIT) September 25, 2019
Para el primer ministro Giuseppe Conte, debe comenzar “una nueva era de reformas para un futuro sustentable. Italia está en primera línea para un Green New Deal”. El jefe del Ejecutivo realizó estas declaraciones en Nueva York, donde participó de la cumbre climática y de la Asamblea de Naciones Unidas.
