Se hacen cada vez más evidentes los desacuerdos y roces entre la Lega y el Movimiento 5 Estrellas. Mientras el vicepremier Luigi Di Maio niega la crisis y habla de “acuerdo total de Gobierno”, el ministro del Interior, Matteo Salvini, asegura que no considera “texto sagrado” el actual memorándum sobre los acuerdos económicos con China.
Salvini sostiene que el documento puede estar sujeto a mejorías y modificaciones. De hecho, la Lega pide máximas precauciones antes de aprobar las inversiones chinas en los puertos de Génova y Trieste. El partido ha solicitado la cancelación de tres palabras clave del texto en objeto: interoperabilidad, energía y telecomunicaciones.
Según Salvini, involucrar este último sector en los acuerdos determinaría la participación de Huawei en la construcción de la red 5G. El vicepremier de la Lega remarca su posición contraria y claramente análoga a la de los los Estados Unidos, pues considera que dejar afuera a China protegería la seguridad de las comunicaciones entre los países del Pacto Atlántico.
Según el plan de marcha oficial, los dos partidos de Gobierno buscarán encontrar un acuerdo en materia antes del final de esta semana. El texto preliminar del memorándum debería definirse en los próximos días, luego de que la Cámara y el presidente de la república, Sergio Mattarella, hayan evaluado el contenido.
Las controversias entre las dos fuerzas de Gobierno se hacen evidentes en varios frentes como el Tren de Alta Velocidad (TAV), el Congreso de la Familia que se celebrará este fin de semana en Verona, la gestión de los F35, la reactivación de las obras públicas y la tutela del ‘Made in Italy’.
El peso de las posiciones encontradas entre los dos partidos de Gobierno recae, a nivel práctico, directamente sobre el premier, Giuseppe Conte, y la comisión interministerial encabezada por Roberto Chieppa, quienes deberán trabajar duramente para lograr la armonía al interno del actual mandato, tutelar la Golden Power y los intereses de la nación.