Paolo Venturini, además de ser un policía italiano, es un maratonista. No conforme con superar marcas personales decidió hacer algo extremo.
Viajó hasta Rusia para correr 39 KILÓMETROS a 52 grados bajo cero
Partió desde el pueblo de Tomtor hasta el de Oimiakón, la localidad más fría de todo el país euroasiático. Tardó tres horas y 54 minutos.
Estuvo entrenándose todo un año para este momento.