Marcello Bruzzese, de 51 años, fue acribillado con balas de calibre 9 mm por dos individuos con los rostros cubiertos el 25 de diciembre en el centro histórico de Pesaro (Marcas).
Según la agencia AFP, el hombre se encontraba bajo protección estatal, ya que que su hermano, exmiembro de la mafia calabresa ‘Ndrangheta, había colaborado con la justicia italiana.
La víctima había resultado gravemente herida en 1995, en su Calabria natal, en una emboscada que le costó la vida a su padre y al marido de su hermana.
Lo mataron estando aún en el interior del vehículo
Los asesinos, que huyeron a pie, esperaron a que estacionara su automóvil frente a la casa en la que había vivido durante tres años con su esposa y sus dos hijos.
Su hermano, Girolamo Bruzzese, apodado ‘Mommo’, se entregó a la policía en 2003 después de disparar contra el poderoso líder del clan calabrés, Teodoro Crea, para quien era un hombre de confianza, detalla el periódico Il Fatto Quotidiano.