Wanda Nara cumplió 32 años, y decidió vivir cada minuto y hora a fondo.
Su día comenzó en el aire. Es que sopló las 32 velitas en el avión privado que la trajo a Italia desde Madrid, ciudad a la que visitó con motivo de la Superfinal de Copa Libertadores entre Boca y River.
Luego, armó una fiesta de gala, en donde el rosa fue el color dominante del decorado del salón. A ella asistieron su hermana Zaira, su espeso Mauro Icardi y amigos y allegados a la cumpleañera. De traje y corbata los hombres, y de largo, las mujeres.
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Sin embargo, sus festejos no culminaron con semejante fiesta. Es que durante la emisión del programa deportivo Tiki Taka, donde ella es panelista, sucedió algo que tomó por sorpresa a todos.
Aprovechando un desperfecto técnico que les impedía continuar en el aire, tomó una botella de champagne, y como si ocupase el puesto más alto de un podio tras una carrera, la agitó y comenzó a empapar a la tribuna que integra el programa.
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