Otro fin de semana agitado se vive en el Mediterráneo. El ministro del Interior, Matteo Salvini, publicó en las redes sociales que alrededor de 200 migrantes viajan en una barcaza a Italia desde Libia.
“Un bote de Malta a abandonado la embarcación”, denuncia el vicepremier. “Es otra vergüenza digna de esta Unión Europea incapacitada y dañina”, cuestionó. Además, Salvini aseguró que los puertos italianos “están cerrados”.
“En Bruselas están demasiado ocupados escribiendo cartas contra Italia para enfrentar estos problemas”, ironizó
Anoche el barco humanitario Mare Jonio había lanzado una alarma por otra embarcación: “Hay 120 personas con riesgo de ahogarse”. A partir de ese momento comenzaron los intentos de distintas ONG para involucrar tanto a la Guardia Costera de Libia como de Italia.
Desde Roma respondían que no tenían dominio sobre esas aguas, mientras que desde Tripoli no había ni siquiera respuesta. Las horas pasaban y las condiciones meteorológicas empeoraban.
🔴 BREAKING
120 people at risk of drowning in this moment.#MareJonio informed MRCC Rome as well as JRCC Tripoli, no answer from the latter.The rubberboat is embarking water, some people are reported as already drowned.
We are 9 hours away.WE CALL FOR IMMEDIATE INTERVENTION pic.twitter.com/qNBZqExInF
— Mediterranea Saving Humans (@RescueMed) 23 de noviembre de 2018
Un remolcador que cruzó el área de plataformas petroleras frente a Zuwara rastreó el bote en dificultad con 120 personas a bordo, incluyendo mujeres y niños, y lo rescató. Todavía no se sabe si hay víctimas mortales.
Pero la posible cifra de muertos no es lo único que queda por aclarar sobre la emergencia. El episodio ha demostrado, una vez más, cómo están a la deriva quienes naufragaban en esas aguas.
Libia amplió varios meses atrás sus competencias marítimas más allá de las 12 millas de las aguas territoriales, para establecer su propia zona de búsqueda y rescate –SAR, por sus siglas en inglés–, a la que los barcos de ayuda humanitaria no pueden acceder.
La marina libia controla una parte de las aguas internacionales, en las que antes operaban las ONG
En medio de la desesperación cuando Libia no respondía a los SOS, a las llamadas ni a los correos electrónicos, Roma sugirió a Mare Jonio que enviara un email a los libios como destinatarios principales y no como destinatarios en copia.
Se desconoce a qué puerto fueron llevados las 120 personas que intentaban escapar de la guerra.