El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó que Italia debe recuperar el impuesto sobre bienes inmuebles (ICI) que no cobró a la Iglesia anteriormente.
Las instituciones eclesiásticas estaban exentas de contribuir al fisco por una decisión de la Comisión Europea de 2012. Consideraba que debido a las actividades que realizan –educativas o de alojamiento–, el Estado debía eximirlas.
Sin embargo, la escuela elemental Maria Montessori y Pietro Ferracci, propietario de un albergue del tipo ‘Bed & Breakfast’, solicitaron al Tribunal General de la Unión Europea que anulase dicha decisión de la Comisión.
Alegaban, que esa decisión les había colocado en una posición competitiva desventajosa respecto de las instituciones eclesiásticas o religiosas instaladas en las inmediaciones que ejercían actividades similares a las suyas y podían beneficiarse de las exenciones fiscales en cuestión.
Finalmente, tras varias instancias, el Tribunal dictaminó que este tipo de subsidios a la Iglesia se trata de una “ayuda de Estado ilegal”.
Según la Asociación de Nacional de Comunas de Italia (ANCI), la cifra a recuperar para las arcas estatales sería de unos 5.000 millones de euros
“Estamos muy contentos. Fue una larga batalla, pero al final David venció a Goliat“, sostuvo uno de los dueños de la Escuela Montessori de Roma.
