El gobierno de Giorgia Meloni se oponía a algunos puntos del pacto migratorio. “La posición italiana prevalece”, lanzó la premier.
El acuerdo, propuesto y negociado por España, a cargo de la presidencia rotatoria de la Unión Europea, incluye una serie de acuerdos sobre cómo tratar el flujo migratorio.
Entre ellas aparecen mecanismos de relocalización de migrantes, aportes económicos, trabajo conjunto de funcionarios, entre otros. Todo busca dar una respuesta de los 27 a situaciones como la que se vive en Lampedusa y a la ola de migrantes que llegan a la Unión.
Sin embargo, el acuerdo no fue sencillo, dado que Alemania e Italia estaban enfrentados por el lugar de las ONG. Como explicó AhoraRoma.com, el gobierno de Meloni mostró su malestar con el canciller Olaf Scholz por el financiamiento de Berlín a algunas de esas organizaciones.
En ese plano, España había agregado al texto un párrafo apoyando las labores “humanitarias” de las ONG, con el objetivo de atraer a Alemania. Pero eso alejó a Italia, que las considera mucho más una parte del problema que de la solución. Para el gobierno de centroderecha, facilitan el trabajo de los traficantes de personas.
El Palacio Chigi expresó la “gran satisfacción” que tiene con el acuerdo. “Debo decir que no me siento aislada” en la Unión Europea, señaló Meloni. “Me parece que la izquierda europea está mucho más aislada, porque sigue creyendo que puede abordar este asunto de manera ideológica”, lanzó en Sky TG24.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, señaló que se trata de un “verdadero punto de inflexión” en la política migratoria europea. Por su parte, el ministro del Interior español y negociador del acuerdo, Fernando Grande Marlaska, también saludó el entendimiento.
En la cabeza de von der Leyen y de Grande Marlaska aparece un objetivo más grande: lograr aprobar, antes de fin de año, un pacto migratorio de mayor alcance. No solo para la crisis, sino para unificar políticas migratorias a largo plazo.