
La comisión deberá analizar la actuación de los responsables políticos en el comienzo de la gestión de la pandemia. Conte y Speranza dicen que es una persecución.
La creación de esta comisión obtuvo 172 votos a favor y pasa al Senado, luego de una votación en la que el Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas no participaran. Incluso los grillini abandonaron la Cámara.
“Los acuso ante el pueblo italiano: esta comisión es una farsa, no un acto de valentía política sino de cobardía”, lanzó el líder del M5S, Giuseppe Conte. Como primer ministro al comienzo de la pandemia, él es uno de los dirigentes que podrían ser investigados primero.
El ex jefe del Ejecutivo recordó que él y su ministro de Sanidad, Roberto Speranza, fueron investigados por la Justicia, que no encontró pruebas en su contra y desestimó el caso.
Justamente el ex titular de Sanidad y ahora diputado cuestionó que esta comisión se aprobara “desconociendo todas las propuestas de la oposición”. Y argumenta que tiene como fin “montar un tribunal político para llegar a miembros de gobiernos anteriores”.
Por su parte, desde el actual oficialismo, prometen “comprobarlo todo”. Incluso la diputada Alice Buonguerrieri, de Fratelli d’Italia, incluyó allí “los efectos adversos de las vacunas que algunos querían que siguiera siendo un tabú”.
“Como ha sido confeccionada, esta comisión es un insulto y un golpe a los italianos y al personal sanitario”, agregó el ex premier. Una de las principales objeciones de la oposición es que no se investigará a las regiones, también responsables de la política sanitaria.
Desde las bancadas opositorias dicen que, de haberlas incluido, necesariamente habría quedado mal parada Lombardía, gobernada por Attilio Fontana, aliado del gobierno de Giorgia Meloni. En el comienzo de la crisis sanitaria, Bérgamo y Milán fueron de las zonas más castigadas por el COVID-19. Pero también más cuestonadas por su gestión de la pandemia.