El comisario para la emergencia migratoria será Valerio Valenti, responsable de Libertades Civiles e Inmigración del Ministerio del Interior. Cuatro regiones gobernadas por el PD rechazan la emergencia.
Valenti deberá gestionar el estado de emergencia migratorio decretado durante seis meses por el Gobierno de Giorgia Meloni, que definió esta medida por el aumento excepcional de llegadas a las costas del país.
Pero el nuevo comisario no tendrá poderes en todo el país. Quedan fuera de su accionar las cuatro regiones que están gobernadas por el Partido Demócrata (PD). Toscana, Campania, Emilia Romaña y Apulia rechazaron ceder sus competencias.
En cambio, según la orden firmada por el jefe de la Protección Civil, Fabrizio Curcio, si tendrá poderes para Piamonte, Liguria, Lombardía, Véneto, Friuli-Venecia-Julia, Umbría, Las Marcas, Lacio, Abruzos, Molise, Basilicata, Calabria, Cerdeña, Sicilia y las provincias autónomas de Trento y Bolzano.
Según informó el Gobierno, coordinará las actividades para ampliar la capacidad de acogida, especialmente en los puntos críticos, como de las instalaciones temporales. En ellas deberá garantizarse la alimentación, el alojamiento, el vestido y la asistencia sanitaria, pero también la mediación lingüístico-cultural.
Además, el nuevo comisario para la emergencia migratoria deberá organizar el transporte marítimo y aéreo para los puntos críticos. Una vez evacuados los migrantes serán llevados hacia estos centros temporales.
Esto se conjuga con otras decisiones del Ejecutivo, que buscará agilizar la expulsión de quienes no tienen derecho al asilo u otro tipo de residencia. También impulsará esta semana en el Senado un cambio legal contra el tráfico migratorio irregular. Buscará aumentar las penas de cárcel para los miembros de esos grupos organizados.
En lo que va de año, han llegado a las costas italianas 32.769 inmigrantes, casi cuatro veces más que en el mismo periodo del año pasado (8.432), según datos del Ministerio del Interior.