El Tribunal de Cuentas suspendió el financiamiento para la vacuna italiana contra el COVID-19 que otorgaba el Gobierno. Según el organismo judicial, se trata por defectos “de forma”. La empresa confía en conseguir fuentes de recursos alternativas.
La empresa que desarrolla el antídoto, ReiThera, aseguró que continuará el proyecto “con determinación y compromiso”. “La decisión de la Corte no tendrá ningún impacto” para concluir la fase II de los estudios clínicos, que está en ejecución.
“Para la realización de la fase III, en ausencia de intervención del gobierno, Reithera buscará fuentes alternativas de financiación”, aseguró la empresa. Resaltaron que no hay objeciones al desarrollo en sí, sino a la arquitectura legal del financiamiento.
Agregaron que el Tribunal de Cuentas objetó “aspectos técnico-legales” del contrato de financiamiento para la vacuna italiana, que tendría “un defecto formal”.
Por su parte, el comisario extraordinario para el COVID-19, Francesco Paolo Figliuolo, explicó que esta situación no compromete la campaña de vacunación. “ReiThera está en una perspectiva de mediano y largo plazo”, aseguró el militar.
“Es muy importante tener autonomía para producir vacunas pero para la campaña de vacunación tenemos cuatro vacunas”, en referencia a los inoculantes de Pfizer-BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. Y contó con que “próximamente” serán cinco, “con la llegada de la alemana Curevac” que desarrolla Bayer.