Mientras algunos gobernadores piden que se habilite la movilidad entre zonas con situaciones similares, Bruselas recomienda hasta limitar las misas.
La Navidad se acerca y aparecen las distintas estrategias para regular las reuniones sociales por este evento. El Gobierno de Giuseppe Conte se encuentra con recomendaciones y pedidos diferentes, desde dentro como desde fuera del país.
Por una parte, los gobernadores debatieron una serie de propuestas comunes para trasladar a Roma. Aunque no hubo unanimidad, le solicitaron a Conte que se autoricen los movimientos entre zonas que estén bajo el mismo color de alerta.
“Creemos que entre una región amarilla y una amarilla, entre una roja y una roja, debemos poder movernos ya que el virus circula de la misma manera”, explicó Giovanni Toti, presidente de Liguria. El dirigente propuso “simplificar el proceso de toma de decisiones para la asignación de zonas”.
Toti: “Es necesario acortar los tiempos , tomar decisiones más oportunas y también acortar el mecanismo de salida de la zona roja a naranja o de naranja a amarillo”
Por su parte, Nicola Zingaretti, presidente de Lazio y jefe del Partido Democrático (PD), cuestionó las aperturas masivas. Calificó de “diabólica” esa posibilidad.
“Solo en noviembre en Italia hubo más de 16 mil víctimas de COVID-19. Ahora la curva está cayendo sólo gracias a las reglas de contención y al comportamiento de las personas”, agregó. Una nueva oleada de contagios “sería un golpe a la economía y al trabajo, una bofetada al sufrimiento de las personas”.
“Para el período navideño es necesario limitar los viajes”, sostuvo el presidente de Emilia-Romagna, Stefano Bonaccini, también del PD.
El borrador de Bruselas
La Comisión Europea emitió un documento que, aunque aún puede cambiar, apunta a la “prudencia” y a la “precaución”. El texto insiste con nociones como el distanciamiento social, el uso de mascarillas e incluso el toque de queda.
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Además, sugirió una fuerte coordinación entre los Estados miembro. Y pidió “evitar los errores” del verano.