Diego Maradona, fallecido este 25 de noviembre a los 60 años, fue la mayor figura del Napoli de todos los tiempos, pero también de la Selección Argentina de Fútbol. Con ese combinado, jugó el Mundial que Italia organizó en 1990.
La primera fase y los Octavos de Final
Argentina fue subcampeona de ese torneo, en el que Maradona tuvo un gran protagonismo. Ya en la primera fase, los golpes que recibió frente a Camerún y Rumania casi lo dejan afuera del partido de octavos de final contra Brasil. No sin polémica, terminó siendo clave en el triunfo frente al combinado verdeamarelho.
Maradona era la estrella indiscutida de la Argentina y, con sus siempre explosivas declaraciones, llamaba la atención de la prensa.
La semifinal contra Italia
Pero en Italia 90 se resintió (temporalmente) la relación entre “el Diego” y el público italiano. Especialmente después de que el 10 de Argentina dejara afuera al conjunto local en las semifinales. Maradona pateó el último penal, que llevó a Argentina a la final contra Alemania.
La final, entre insultos y desconsuelo
La final, con derrota para Argentina, empezó con una imagen emblemática de Maradona. Algunos tifosi italianos silbaron el Himno Nacional Argentino. Cuando la cámara de la transmisión internacional pasó junto al capitán del conjunto sudamericano, insultó al público.
Con un gol por un polémico penal, la República Federal Alemana terminaría imponiéndose frente a los argentinos por 1 a 0. La imagen de Maradona, capitán del combinado argentino, cuando recibió su medalla de plata con lágrimas en los ojos, recorrió el mundo.
Su paso por Italia 90 fue clave en su vida profesional y marcó el ocaso de su carrera en el país. Pero allí demostró además su esfuerzo y su amor por Argentina. Jugaría cuatro mundiales (España 82, México 86, Italia 90 y Estados Unidos 94) y dirigiría uno (Sudáfrica 2010) con la albiceleste.