En el World Economic Outlook de verano, presentado en Washington en videoconferencias, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio las previsiones sobre la economía mundial, muy diferentes de las expresadas hace tres meses, cuando para la Italia se preveía un crecimiento del 0,5%.
Con los drásticos cambios debidos a la pandemia de coronavirus, el PIB italiano caerá, según las proyecciones, -9,1% en 2020, para luego tener un limitado rebote en el 2021 con un +4,8%.
En tanto, la Eurozona en general se prevé que tendrá un -7,5% este año, y un +4,7% el próximo.
La pérdida italiana este año será la mayor. España tendrá -8%, Francia -7,2%, Alemania -7%. El rebote italiano previsto en el 2021 será el segundo después del alemán, +5,2%, y mayor de él de Francia, +4,5%, y de España, +4,3%.
También se prevé un aumento de la desocupación
En Italia, donde era del 10% subirá al 12,7% de la fuerza trabajo. En Europa pasará del 7,7% al 10,4%. Por el 2021, las previsiones son respectivamente del 10,5% en Italia y 8,9% en Europa.
Por lo que concierne la inflación en Italia, debería ser del 0,2% por el 2020 y del 0,7% el año siguiente. Alto el activo de los números de Iva, gracias a la exportación: 3,1% y 3% del PIB en los dos años.
En el resto del mundo también habrá graves crisis. Estados Unidos tendrán según el FMI el déficit mayor con -15,4%. Canadá llegará a -11,8% y China a -11,2%.
“Hay una extrema incertidumbre sobre la previsión de crecimiento global. La recaída económica depende de factores que interactúan en formas difíciles de prever, incluido el trayecto de la pandemia”, señala el organismo.
En síntesis, “prevalecen los riesgos de un resultado peor”
Las medidas tomadas “serán aún más eficaces cuando la pandemia se ralentice y las personas podrán volver a sus actividades”. Considerada positiva “la intervención de los bancos centrales que han garantizado liquidez y confianza en el sistema, contribuyendo a limitar el shock”.
Por fin el Fmi afirma que “el panorama económico será modificado en forma significativa por toda la duración de la crisis y quizás aún más con una mayor implicación en la economía por parte de los gobiernos y de los bancos centrales”.
