
Italia mira a la cara a la epidemia del coronavirus. Este 21 de febrero se confirmaron 17 casos de la enfermedad en la Lombardía y el Véneto, que llevaron a poner en cuarentena a 250 personas.
Además, las autoridades sanitarias recomendaron a los habitantes de diez localidades que no salgan de sus casas, como parte de los esfuerzos por limitar los contagios.
El motivo es que no queda claro de dónde partió el primer contagiado. Es que, aunque estuvo en contacto con una persona que estuvo en China, el viajero dio negativo en los exámenes. El riesgo: que se haya perdido el vínculo epidemiológico.
La situación más compleja es en Codogno, a 60 kilómetros al sudeste de Milán. Allí hay seis casos positivos, junto a otros ocho en esa región, y dos en el Véneto.
Entre los contagiados hay cinco sanitarios y una embarazada de ocho meses
Giulio Gallera, consejero de Sanidad de Lombardía, explicó que, luego de la detección de estos casos, se puso en cuarentena a 250 personas. Se trata de quienes estuvieron en contacto con los contagiados y podrían haber contraído la enfermedad.
El funcionario agregó que se solicitó que no salgan de sus casas por una semana a los habitantes de Codogno, Casalpusterlengo, Maleo, Fombio, Somaglia, San Fiorano, Castiglione d’Adda, Bertonico, Castelgerundo, Terranova dei Passerini. Todas las localidades están en la provincia de Lodi y se calcula que la medida afecta a unas 50.000 personas.
En los municipios afectados hasta se suspendieron los festejos del Carnaval y las misas
Por su parte, el ministro de Sanidad Roberto Speranza, informó que se cancelaron las actividades públicas y se cerraron escuelas, oficinas y eventos deportivos en nueve municipios.
En tanto, Attilio Fontana, presidente regional de la Lombardía, declaró: “No debemos sembrar el pánico, pero tenemos que hacer entender a la gente que las medidas que se han tomado son esenciales para el bien de la comunidad“.

¿El foco del contagio?
El primer caso detectado fue el de un italiano de 38 años de Castiglione d’Adda. Fue hospitalizado el miércoles, pero en un primer momento no se estableció una conexión con China y se descartó que su cuadro fuero a causa del Covid-19.
Cuando su situación empeoró, su esposa dio la alerta: el hombre había mantenido encuentros con un amigo que había estado en China. La mujer, embarazada de ocho meses, es una de las que ha dado positivo en los test.
Pero esa pista china rompe con las pautas de contagio de la enfermedad. Los encuentros entre ambos y el período de incubación no coinciden.
Además, el hombre dio negativo en los tests, aunque podría haber enfermado y ya haberse curado. De cualquier forma, sigue hospitalizado para seguir analizándolo.