Por primera vez en Italia, fueron identificados y denunciados 223 usuarios de la llamada “TV Pirata”. Son individuos que compraron suscripciones apócrifas para acceder a servicios de televisión pagos.
La Guardia de Finanzas estuvo a cargo de las operaciones. Según la acusación, al comprar estos abonos, están incurriendo en el delito de hacerse con bienes robados.
Los acusados pueden enfrentar una pena de hasta ocho años de prisión y multas de hasta 25.000 euros. Pero además, podrían verse confiscados “los instrumentos” para realizar el delito: sus televisores, smartphones o computadoras.
Esta modalidad consiste en el uso de la llamada IPTV (Internet Protocol Television, en inglés), que transmite, recodificados, los contenidos de los servicios de TV paga, como DAZN, Sky y Mediaset Premium, entre otros.
Los investigadores continúan sus tareas, con el objetivo de dar con los responsables de la retransmisión de los contenidos, que incluyen también eventos deportivos.
En cuanto a los clientes, señalan que están “alimentando el circuito ilícito” y “poniéndose en riesgo”, al brindar datos personales y financieros a quienes ofrecen estos servicios ilegales.
