El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado en Davos su World Economic Outlook con las estimaciones sobre el Producto Interno Bruto (PIB) de todos los países del mundo.
Para, Italia los datos del 2019 fueron ligeramente mejores que las previsiones
Se registró un crecimiento del 0,2% contra el 0% que había sido planteado, gracias a la relajación monetaria de los bancos centrales.
Para el 2020, la previsión de crecimiento es del 0,5% y para el 2021, el 0,7%.
Los datos del FMI son mejores de los que aparecen en la nota de actualización del Documento de Economía y Finanzas (DEF) del Gobierno, que ha calculado la tasa de crecimiento al 0,1% para el año pasado y al 0,4% para este año.
Gita Gopinath, jefa economista del organismo, ha afirmado que la Italia necesita “importantes reformas estructurales para aumentar el potencial de crecimiento” y que debería reducir su deuda.
Hablando en general, Gopinath dijo que “las economías con niveles de deudas insostenibles deberán consolidarse aún a través de una eficaz movilización de las entradas. Para garantizar una respuesta fiscal oportuna si el crecimiento debiese ralentizar abruptamente, los países deberían preparar con adelanto medidas contingentes y reforzar los estabilizadores automáticos”.
Los consejos del FMI son que “podría ser necesaria una respuesta fiscal coordinada para mejorar la eficacia de cada medida. En toda economía, un imperativo fundamental es emprender reformas estructurales, mejorar la inclusión y garantizar que las redes de seguridad protejan a las personas vulnerables”.
En cuanto al PIB mundial, el FMI ha calculado un crecimiento del 2,9% para el 2019; 3,3% para el 2020 y 3,4% para el 2021. Esos datos son ligeramente más bajos respecto a los que el mismo Fondo había publicado en el pasado mes de octubre, reduciendo del 0,1% el PIB de este año y del próximo.
Esta disminución ha sido causada por “sorpresas negativas por las actividades económicas en algunos mercados emergentes, en particular la India” y también por “las crecientes tensiones sociales y geopolíticas”.
La economía mundial, todavía en ralentización, está ligeramente mejorando, “aunque no haya claras señales de inversión de tendencia”.