Semanas atrás, en el aeropuerto Leonardo da Vinci de Roma Fiumicino, un taxista había reaccionado a la petición de un cliente de activar el taxímetro atacándolo con un puñetazo en la cara que le rompió la nariz.
Claramente el hombre denunció la agresión a la Policía de Frontera Aérea Fiumicino, que transmitió los actos a la Oficina Contencioso Taxi, la cual avanzó de inmediato a la suspensión temporal de la licencia por treinta días, necesaria para poder llegar a la revocación definitiva.
La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, había comentado indignada: “Lo que ha pasado es intolerable. Las oficinas de Roma Capital han actuado tempestivamente: quien se mancha de ciertos crímenes es penado. También en este caso no haremos descuentos a nadie”.
El asesor a la Ciudad en movimiento, Pietro Calabrese, había anunciado el inicio del procedimiento para la revocación definitiva de la licencia al taxista violento en pos de implementar la lucha a los “abusos y prácticas incorrectas e ilegales” en la zona del aeropuerto.
Abbiamo revocato definitivamente la licenza al tassista che aveva aggredito un cliente all’aeroporto di Fiumicino. Un gesto inaccettabile. Tolleranza zero di fronte a ogni tipo di violenza.
— Virginia Raggi (@virginiaraggi) January 9, 2020
El 9 de enero ha llegado la noticia que el procedimiento ha llegado a su conclusión y el culpable de la agresión ya no podrá seguir ejerciendo la actividad de conductor de taxi.