El presidente de la República, Sergio Mattarella, se transformó en el primer jefe de Estado en participar en la conmemoración en Milán por el atentado en Piazza Fontana contra la Banca Nazionale dell’Agricoltora, ocurrido en 1969.
Miles de personas se congregaron en esa plaza para recordar el hecho. A las 16.37, hora de la explosión, se guardó un minuto de silencio y se depositó una corona de flores en memoria de las víctimas.
Mattarella reconoció y cuestionó “las acciones para despistar la investigación de parte de algunas estructuras del Estado”
Dos viudas de las víctimas de los hechos visitaron al Presidente. Licia Rognini Pinelli, esposa del anarquista Giuseppe Pinelli, fallecido durante un interrogatorio policial por el atentado, y Gemma Capra, que estaba casada con Luigi Calabrese, comisario a cargo de las pesquisas. Aunque nunca se comprobó la culpabilidad del policía en el deceso, una brigada vinculada al comunismo lo asesinó, en 1972.
“El hermoso gesto del encuentro” de estas dos mujeres “nos incentiva a vivir un nuevo futuro, con los ojos bien abiertos al pasado”, señaló el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, que también participó de la reunión.