Por primera vez en el país, un equipo de médicos e ingenieros logró implantar una oreja artificial, generada en una impresora 3D.
El paciente es un niño de 13 años que sufre una malformación congénita rara, que llevó a que no se desarrollara su oído externo
La intervención quirúrgica fue realizada en el hospital universitario Meyer.
La reconstrucción fue posible a partir de un pequeño trozo de cartílago que tiene el niño, gracias al cual se implantó la oreja artificial.
Para la impresión, se tomó como modelo a la madre, pero para colocarla se realizó un detallado estudio a través de tomografías para determinar al milímetro cómo podía hacerse una operación de tanta complejidad, clave además para que el aspecto sea el de una oreja natural.
La técnica y la práctica previa realizada por el equipo médico permitió que esta intervención llevara solamente seis horas, lo cual además redujo el tiempo que el niño tuvo que estar sometido a anestesia. Dado el éxito de la operación, luego de un período de estudio de los resultados, se podría realizar, en algunos meses, una nueva intervención para realizar algo similar con su segunda oreja.
“Para un niño con una malformación tan evidente, la recuperación estética tiene una gran importancia psicológica y social”
Lo dijo el jefe del equipo quirúrgico del hospital Meyer, Flavio Facchini, especialista en cirugía plástica y reconstructiva. “No tenía problemas auditivos, pero la malformación le creaba un profundo malestar”, agregó.
