Un avión de la compañía Volotea debió aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Génova tras una despresurización de la cabina. El vuelo había partido de Nápoles y se dirigía a Turín.
El incidente ocurrió el 17 de octubre y ningún pasajero de los 120 que viajaban en la aeronave resultó herido.
Los pasajeros, después de ser llevados a un restaurante en la terminal genovesa, donde se les ofreció la cena, fueron transportados a Turín en autobús.