El 8 de mayo la alcaldesa de Roma Virginia Raggi, del Movimiento 5 Estrellas, quiso dar una señal de legalidad haciendo visita a la familia de gitanos —llamados ‘rom’— que hace algunos días recibió una vivienda popular en Casal Bruciato, en la periferia de la capital entre las protestas furiosas de algunos habitantes de allí y de los miembros de partidos de extrema derecha, sobre todo CasaPound.
Como la asignación fue hecha según las normas de ley, y la familia ‘rom’ tenía derecho a ese piso, Raggi quiso manifestarles su apoyo, mas su visita fue también recibida entre insultos y amenazas hasta muy graves, y fue necesario que la alcaldesa fuese protegida por dos cordones policiales a su entrada y a su salida del apartamento.
Los ‘rom’ hablaron con la primera ciudadana y también con Don Ambarus, director de la Caritas de Roma, quien dijo que ellos le confiaron que esperaban empezar otra vida después de 20 años en los campos, pero ahora están muy espantados y esperan poder resistir.
Los manifestantes no se han limitado a insultarlos — también a los niños — sino que han hasta amenazado violar a las mujeres. Por esto la alcaldesa dijo que quien lo hizo debería avergonzarse y, en respuesta a quien pedía claridad en la asignación de las viviendas populares, añadió: “Se quedan allí porque tienen derecho. La ley se respeta”.
El vicepremier Luigi Di Maio, del M5E, no apreció la iniciativa de Virginia Raggi, haciendo saber que primero se ayudan a los romanos, a los italianos, y luego a todos los demás, usando slogans típicos de la Lega, quizás para reducir los atritos con los aliados de gobierno, en estos días muy fuertes por el caso Siri.
Quien ha apoyado a Raggi fue el secretario del Partido democrático Nicola Zingaretti que dijo que, si los nómadas tenían derecho a la vivienda, Raggi “ tuvo valor, hizo bien y quiero expresarle mi solidaridad”.
El secretario general de la Cgil de Roma y del Lacio Michele Azzola se fue en la mañana a hablar con el jefe de policía para indicarle que no se puede aceptar que un derecho constitucional como el de manifestar sea usado para obstaculizar con violencia la asignación de viviendas según procedimientos de ley. Por eso se ha organizado una guarnición anti-fascista en Casal Bruciato.