Armando Siri, 47 años, senador de la Lega y subsecretario de Transporte, está indagado por la Dirección de Investigaciones Antimafia por cuenta de la Procura de Palermo y Trapani, bajo la dirección del fiscal Paolo Guido, y de la Procura de Roma, bajo Paolo Ielo. La acusación es de ‘haber subyugado sus funciones y poderes a intereses privados’.
Según las Procuras, Siri habría recibido dinero para modificar una norma en el Documento de Economía y Finanzas 2018 a fin de favorecer las actividades en el ámbito de las energías renovables.
Se lo habría pedido Vito Nicastri, empresario del rubro eólico que ya hace un año se encuentra en arresto domiciliario por concurso externo en asociación mafiosa. Ahora su posición se ha agravado y ha sido encarcelado.
Junto con Siri otras nueve personas están indagadas, entre ellas el exdiputado de Fuerza Italia Paolo Arata, que en 1994 fue presidente del Comité nacional para el desarrollo del sostenible, y que hace pocos años fue uno de los siete profesores universitarios a los que Matteo Salvini confió la redacción del programa de gobierno de la Lega. También Siri fue uno de esos profesores.
Armando Siri se define inocente, afirma no conocer al empresario ni haber tratado nunca cuestiones de energías renovables.
“No he nunca doblegado mi papel institucional a peticiones no correctas”, y añade: “Pediré ser escuchado de inmediato por los magistrados y si alguien me ha acusado de esas conductas tan innobles no dudaré en denunciarlo”.
Las internas que desató Siri
Salvini defiende a su senador: “En Italia uno es culpable cuando ha sido condenado”. Y critica a los “amigos de los 5 Estrellas” porque, cuando la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, fue indagada por dos años, ellos la defendieron y ella no dio sus dimisiones.
Mas Luigi Di Maio responde que aquí no se trata de una cuestión técnico-jurídica, sino moral y política, y pide las dimisiones del subsecretario.
Entre tanto el ministro de Infraestructuras y Transportes, Danilo Toninelli, ha ordenado el retiro de los poderes conferidos a Armando Siri.
Por su parte, el primer ministro, Giuseppe Conte, ha dicho: “Por ahora no expreso una evaluación. Cómo premier advierto el deber y la sensibilidad de hablar con el directo interesado. Me mediré directamente con él”.